Una vuelta lo trae de vuelta. Los hombres no mueren. Bien lo saben los poetas. El hombre permanece y resucita en la memoria de otros hombres. El hombre es eterno porque son los mismos hombres quienes le conceden la eternidad. Ni el cielo, ni el Olimpo. Es el hombre el que señala a otro hombre para hacerlo inmortal. Fernando Quiñones es uno de esos elegidos a vivir para siempre. Sus acciones, palabras y textos alimentan su memoria en nuestra memoria. Y las calles. Las calles de la ciudad donde vivió y que amó. Por eso la I Ruta Quiñones por Cádiz fue un éxito. Por eso, Blanca Flores y Juan José Téllez, organizadores del evento, traen de vuelta, una vez más, al autor de La canción del pirata.
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En la foto Tamara García del blog de Juan Alarcón sobre Fermín Salvochea.
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