domingo, 30 de diciembre de 2012

Fernando Quiñones, recordado por Julio Malo de Molina: Living in Cádiz


Si le cantas a un dios
Ese dios te devuelve su silencio
Ninguno de nosotros avanza
Si no hacia un dios silencioso.
Este imperceptible intercambio
Que nos hace temblar,
Se vuelve la herencia de un ángel
Sin pertenercernos.
Rilke, de Poemas Franceses
                                              Traducción: (c) Carlos Alvarado, 2008

«Antes no resultaba corriente encontrar extranjeros por las calles de Cádiz, ahora son muchos quienes acuden al establecimiento buscando documentación acerca de nuestra ciudad».
Me gustaría haberle podido contar esto a Fernando Quiñones, a quien Borges consideraba el mejor escritor español de su tiempo. En su día hablamos de la marginación padecida por Cádiz desde que el tráfico portuario de pasajeros se debilita, y con él nuestros muelles por los cuales pasaron tantos aventureros, exploradores, escritores, comerciantes, turistas y exilados, muchos de los cuales dejaron constancia de su obligada visita a la ciudad en libros y artículos, como Trotsky que embarcó en Cádiz rumbo a su exilio mexicano. Fernando me propuso trabajar en una antología de textos acerca de la ciudad por parte de intelectuales que la han visitado, trabajo sugestivo pues incluye autores de la talla de: Stendal, Richard Ford, Washington Irving, Hans Christian Andersen, George Borrow, Theophile Gautier, Giussepe Verdi, Julio Verne, Rainer María Rilke, Rubén Dario, John Steinbeck y Álvaro Mutis, entre tantos. Andersen relata su sorpresa al encontrar un carpintero joven «rubio como un nórdico, con mejillas sonrosadas y ojos azules» que procedía de un pueblo de Wurtemburgo. Rilke decidió las pinturas de la fachada de la casa del alcalde Blázquez y por eso la carta de colores de Cádiz tiene que ver con los de la Praga del poeta. Reflexionar acerca de los aires nuevos de la ciudad es también una manera más de homenajear a su trovador perdido".
 
El arquitecto gaditano, quiñonesco, quiñonero y amigo, recuerda precisamente a nuestro autor, a nuestro paisano y a nuestro amigo Fernando Quiñones... Si él estuviera aquí.... como diría Nadia Consolani... 
Quizá el 2012 no hubiese sido un año tan descafeinado, no hubiera estado tan de espaldas a la ciudad, no se hubiera ido con más pena que gloria, quizá...
 

¿Qué nos seguiría diciendo Fenando si estuvieses aquí? ¿Qué no ocurrencias en este contexto tan complicado que nos ha tocado no compartiría con todos nosotros y nosotras? 

Volvemos a recrearnos en lo que Quiñones representó para nosotros, para esta ciudad, para la cultura. Le seguimos siempre recordando, rescatamos sus trabajos y sus mijitas, preparamos la tercera ruta... 
La primavera ya está aquí.